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11 de febrero de 2009

Un paseo por el monte de Agua García.

Con curiosidad por ver cómo se encuentran hoy en día las zonas que aparecen en las fotos de la entrada de la serie de Voggenreiter de1971-73, nos acercamos a dar una vuelta por el monte de Agua García, donde además sabíamos que se había hecho hace poco una reforestación participativa en una zona incluida en el término municipal de El Sauzal.

No vamos a entrar muy a fondo a describir las características del monte, si bien señalar que en él se encuentra un reducto aislado de lo que fue en su día la laurisilva de Tenerife que se extendía por toda la vertiente Norte entre los 500 y 1.200 m. aprox. de altitud. Aquí podemos encontrar viejos viñátigos (Persea indica) que rivalizan en edad con el llamado 'milenario' Drago de Icod. Los viñátigos se encuentran principalmente en las zonas sombrías y humedas del cauce de los barrancos de Toledo y Salto Blanco, donde alcanzan su óptimo, sobreviviendo a los siglos gracias a los chupones que sustituyen al tronco principal, que acaba muriendo con la edad. Aparte de los viñátigos, en cuanto a arbóreas podemos encontrar ejemplares de naranjero silvestre (Ilex perado ssp. platyphylla) endemismo canario con buena representación en este monte; laureles (Laurus novocanariensis) con sus características "madres del loro", deformaciones digitiformes de la corteza producidas por el hongo Laurobasidium laurii (antes Exobasidium laurii); además, acebiños (Ilex canariensis), fayas (Miryca faya), brezos (Erica arborea) y follaos (Viburnum rigidum). El resto del monte está ocupado por fayal-brezal de sustitución más desarrollado o menos según la zona y plantaciones de Pinus insignis y Eucaliptus globulus y E. calmadulensis.

Este monte, como los demás de la isla sufrieron, especialmente a partir de la colonización, una intensa deforestación y degradación para distintos fines: roturación para cultivos, aprovechamientos madereros, extracción de suelo, etc...Los principales cultivos que consumían estos recursos fueron primero la caña de azúcar y luego el plátano. En la entrada de la serie de fotos de Voggenreiter podemos recordar cómo se hacían estas talas tan anárquicas y antiecológicas. No queremos entrar mucho en la historia del monte porque no es nuestra función, pero el que quiera saber algo más sobre ello puede leer el libro que nos ha inspirado últimamente a tratar este bosque en nuentras entradas: "El Bosque de Agua García" de Mª del Carmen Brito y Vicente-Lope Lucia (Ed. Turquesa). Simplemente traeremos a colación una cita de Vernau (1891) que aparece en dicho libro y que una vez más muestra cuan inconsciente fue la explotación de este lugar, y que la corupción no es nada nuevo:

"El bosque de Agua García, todavía tiene una gran extensión.
Sin embargo, sus límites se reducen día a día, como los de todos los bosques canarios. Este
país, anteriormente cubierto por árboles, fue devastado inmediatamente después de la conquista. El Gobierno Español ha llegado a comprender que debía poner término a esta tala y ha enviado a unos conservadores de montes. Actualmente la provincia tiene dos, quienes tienen grado de ingeniero-jefe. Pero estas medidas han resultado ineficaces. El campesino canario no alcanza a comprender que a ellos les interesa respetar los árboles, se queja de la sequía y, a pesar de lo que ve con sus propios ojos, no quiere admitir que ella se debe en gran parte a la tala de árboles. Por eso continúa destrozando, como en el pasado, los maravillosos bosques del país en las propias barbas de los guardas, cuando no tienen complicidad éstos"

Volviendo a la ruta, salimos de la entrada del bosque junto a la Casa Forestal con la intención de encontrar las bocas de los tubos volcánicos de Las Mechas y La Labrada, las cuales dicho de paso fuimos incapaces en encontrar. A lo largo del camino nos encontramos diversos rincones, cada uno con algo que observar, para bien o para mal en alguna ocasión.

Primero nos acercamos a la Cruz de Fune, lugar de importancia etnológica pues hay edificada una pequeña ermita bajo un acebiño, y se dice que en este lugar falleció un extranjero apellidado Fune, y al que le debe el nombre la zona. Hasta aquí llega una romería que celebran los vecinos el día de la Cruz (3 de Mayo).

Entramos por un ramal sin salida buscando la plantación de E. globulus que hay en el Lomo de la Jara. No lo encontramos porque nos equivocamos de ramal, pero dimos con un vertedero ilegal que había al final del mismo. Esto pone de manifiesto la imperiosa necesidad del cierre físico de estas estas pistas sin salida que favorecen este tipo de comportamiento y a la vez son vías de entrada de exóticas, ratas, etc...hacia el interior del bosque.

Volvemos a la pista principal (Pista de las Siete Fuentes). En el cruce de pistas que llevan hacia las zonas recreativas de Lomo de la Jara (Tacoronte) y por otro lado hacia Las Calderetas (El Sauzal), nos topamos con una zona deforestada (no sabemos si había aqui una plantación de pino insigne ya talado) pero que ha sido replantada con especies de la vegetación potencial.













El la orilla de la pista ha crecido espectacularmente un precioso ejemplar plantado de estrelladera u ortigón de monte (
Gesnouinia arborea, Fam. Urticaceae), endemismo canario.

Un poco más adelante, entrando ya por la Pista de la Cruz, nos encontramos a la izquierda con un fayal-brezal más desarrollado, cuyas copas alcanzan unos 7 m. A la derecha, una de las amplias zonas que fueron repobladas en su día con pino de Monterrey. A dia de hoy, la zona esta más aclarada, con menor densidad de pinos que parecen haber sido sometidos a una entresaca, y muchos otros aparecen partidos por la mitad posiblemente por vientos de los temporales, dando a la zona un aspecto patético. El sotobosque comienza a crecer gracias al espacio que se le va cediendo, pero todavía quedan muchas hectáreas sobre las que actuar, y será un proceso de muchos años si esta política de recuperación del monteverde sigue en el futuro (esperemos que sí) .

La trepadora Zarzaparrilla (Smilax canariensis, Fam. Liliaceae) con sus frutos, bayas negruzcas al madurar que contienen una o dos semillas. La encontramos creciendo en esta zona degradada. Esta planta tiene propiedades diuréticas e hipoglucemiantes (Pedro L. Pérez de Paz, Consuelo Hernandez Padrón. PLANTAS MEDICINALES O ÚTILES EN LA FLORA CANARIA, Francisco Lemus Editor, 1999)

Nos encontramos casi al final del ramal que supuestamente nos llevaría a las bocas de las cuevas. Aquí nos encontramos con la zona que fue repoblada hace poco con la reforestación participativa. La tala de los pinos ha dejado gran cantidad de madera muerta y astillas por el suelo, y gracias a las abundantes lluvias recientes y la humedad, los hongos crecen variados y espectaculares sobre la materia en descomposición. Las especies plantadas seguro que prosperaran pronto en este ambiente propicio. En lsa fotos se pueden ver las nieblas que aportan la humedad al bosque.

Por último, no hallamos las cuevas, pero llegamos a un pequeño y bucólico rincón en el cauce de un barranquillo húmedo, donde los musgos tapizan las rocas por completo. El biotipo péndulo del briófito Neckera intermedia es indicador de buena salud del entorno. En otras zonas por las que hemos pasado también abunda Fissidens serrulatus, otro briófito de mayor porte, propio de zonas umbrías que también es indicativo de un bosque sano.








Neckera intermedia
.



Hasta aquí llegó nuestra excursión por hoy. Gracias por la lectura, hasta la próxima.